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Durante el año 2018 se realizaron en el conjunto del país un total de 53.857 ejecuciones hipotecarias, un 1,6% más que en 2017, de las cuales, un 41% menos fueron sobre viviendas habituales (6.523 casas), según se desprende de un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Precisamente, un 60% de estas ejecuciones sobre vivienda habitual fueron hipotecas concedidas entre 2005 y 2008, la etapa de máximos en el precio de la vivienda y antesala de la crisis económica. No obstante, desde 2014, cuando se iniciaron los registros, estos procedimientos han caído por cuarto año consecutivo.
Además, el 20,3% de estas ejecuciones fueron de obra nueva y el 79,7% usada. En este sentido, han aumentado un 10,6% los procesos sobre obra nueva, respecto al año anterior, mientras que los pisos de segunda mano bajó un 10,1%.
En cuanto a los créditos concedidos motivo de la ejecución, en el informe se desvela que el 57,2% correspondieron a las hipotecas concedidas entre 2005 y 2008, período en el cual se vivió la explosión de la ‘boom’ inmobiliario, con unos precios de venta y tipos de interés muy elevados, que obligaron a endeudar a muchas familias.