13
Jul
Permite una importante reducción del consumo energético y mejora nuestra calidad de vida
Hogar y salud están cada vez más conectados. No en vano, las horas que pasamos en casa deben ser lo más confortables posibles. Pero la tendencia actual va más allá y existe una incipiente preocupación por construir edificios más sostenibles, como recoje Expansión. Países como Reino Unido o Estados Unidos ya lidiaron su particular batalla en la década de los 90, para transformar el sector de la construcción y buscar materiales y crear espacios que contribuyan a ser más sostenibles.
En Europa, esta tendencia formará parte de un marco legal de pleno cumplimiento a partir de 2020 (2018 para las viviendas sociales) para construir edificios de consumo cero. Pese a que en España cada vez existe más preocupación por reducir el impacto medioambiental, esta motivación coincide con un nuevo ciclo inmobiliario que, seguro, permitirá adaptarse forma fácil y rápida.
Construir edificios más eficientes se relacionan con los niveles de consumo energético. El objetivo es reducir la emisión de gases y CO2 a la atmosfera y paliar los efectos del cambio climático. Para ello, es importante un buen aislamiento térmico en las fincas, para perpetuar la temperatura en el interior de las viviendas, y también consumir menos energía de aparatos como estufas, calefacción o aire acondicionado. Si se consigue regular la temperatura interior, se consigue, también un estado de confort ideal que permite mejorar nuestra calidad de vida.
El uso de materiales naturales y ser conscientes que ser sostenibles no implica mayores costes, son claves. Sin embargo, el desconocimiento sobre sus ventajas son el principal obstáculo para el despegue de este tipo de construcciones.
“Es importante dar a conocer los beneficios que implica crear espacios sostenibles en edificios. En nuestro caso, al adquirir inmuebles antiguos, muchos de ellos deben someterse a una reforma integral para garantizar altos índices de seguridad y habitabilidad. Es en estos momentos cuando apostamos por la creación de espacios más eficientes que, también repercuten en nuestros bolsillos, ya que permite una serie de beneficios económicos, un incremento en la vida útil del inmueble y una mejora en nuestra salud”, reconoce Daniel Leiva, socio fundador de MK Premium.
Se estima que el consumo energético se puede reducir en hasta un 60% (un 35% en el caso del agua) y si el edificio es certificado como sostenible puede aumentar su valor en un 10%.