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Jul
El inversor inmobiliario busca nuevas alternativas en nuestro país con productos que ofrezcan una alta rentabilidad y un riesgo controlado. Si, además, añadimos el aumento del turismo, ha propiciado un creciente interés por el sector inmobiliario hotelero. En este sentido, 2018 se cerró con un volumen de 4.810 millones de euros, un 23,1% más que en el ejercicio anterior, registrando uno de los mejores datos de los últimos años.
Esto obedece a que es un producto que ofrece más rentabilidad que el sector retail y de oficinas. Además, con un parque hotelero muy envejecido, los últimos trabajos de rehabilitación permiten reposicionar el producto y obtener un mejor retorno de la inversión.
Riesgo reducido
¿Y por qué España? Sin lugar a dudas, el volumen turístico en el conjunto del país es más elevado que otros países de Europa. De hecho, en Londres se obtiene un yield del 3,5% cuando en Madrid y Barcelona puede ascender hasta el 4,5%. Esto reduce, a su vez, el riesgo. Esto ha propiciado que muchas cadenas hoteleras hayan decidido desinvertir sus activos, pero manteniendo, eso sí, la gestión hotelera.
No obstante, la excepción está en Barcelona. Pese al importante volumen de visitantes al año en la capital catalana, existe una moratoria hotelera que reduce, eso sí, su oferta de pernoctaciones al no permitir construir nuevos complejos hoteleros en gran parte de la ciudad. Esto ha beneficiado a los municipios que se engloban dentro de su Área Metropolitana que han visto incrementado, no sólo el número de turistas sino también su fuente de ingresos.