Edificios eficientes que mejoran nuestra calidad de vida

Los últimos estudios sobre vivienda confirman que el buen estado de los edificios repercute directamente en nuestra salud. El parque inmobiliario de España es antiguo, ya que un 54% se construyó antes de 1980, unos 25,2 millones. Además, el 16,21% de estos inmuebles se encuentran en mal estado de conservación, según recoge Cinco Días.

En la actualidad, los trabajos de rehabilitación van más allá de la restauración, la seguridad y la mejora en su accesibilidad, para apostar por la eficiencia energética. El concepto de hogar saludable conlleva una inversión que, además, repercute positivamente en nuestra calidad de vida y en nuestro bolsillo a medio plazo.

Está probado que con una serie de actuaciones, tanto en el exterior como en el interior de los inmuebles, se puede reducir el consumo energético en hasta un 79%. No llegar a fin de mes es un quebradero de cabeza en muchos hogares españoles y provoca estados de tensión e irritabilidad, además de enfermedades asociadas a ciertas cardiopatías.

Asimismo, si en invierno tenemos más sensación de frío también influye en nuestro carácter y puede, incluso, provocar alteraciones en el sueño. El impacto en la salud es enorme, así como su gasto sanitario. En verano, en cambio, no disponer de una vivienda bien ventilada o refrigerada nos lleva a un estado de alarma por posibles golpes de calor.

El aislamiento térmico del inmueble permite conservar el calor de la calefacción en invierno y el frescor que ventiladores o aires acondicionados proporcionan en verano. Pero también es importante adecuar las casas para que los cerramientos estén bien sellados, incluso en las infiltraciones de aire.

Con el doble acristalamiento, además de asegurar que la vivienda pueda tener una temperatura adecuada, también mitiga el ruido exterior y con ello los niveles de estrés asociados. Pero también nuestro planeta puede salir beneficiado, ya que a menor consumo energético, menos emisiones de gases, para contribuir a reducir el efecto invernadero.

No hay nada como estar en casa, pero nuestro hogar puede ser eficiente y garantizar un estado de confort óptimo que nos permita tener calidad de vida, además de ser respetuoso con el medio ambiente.